El otro día paseando por la zona vieja compramos una cartera de
cuero y de gran tamaño en la rúa Nova de Santiago, también
conocida como “calle de los hippies”. Resulta que la cartera no
tenía bien las tiras y el amable señor se dispuso a cambiárselas
en el momento, el cual aproveché para sacar alguna fotillo.
Cada vez son menos los artesanos que se dedican a los llamados
oficios artesanales.
Para muchas personas, la artesanía es un término medio entre el
diseño y el arte, para otros es una continuación de los oficios
tradicionales, y para otros es la forma de ganarse la vida.
Uno de los principales problemas de la artesanía es la
competencia con los productos procedentes de procesos industriales de
bajo coste, con apariencia similar a los productos artesanos, pero
con menor precio y calidad.
Otra dificultad para los artesanos es la forma de comercializar
sus productos, ya que es una característica de la artesanía, que se
realiza en talleres individuales o de pocas personas, con poca
capacidad para llegar al mercado, pero lo que tengo claro es que en
un centro comercial no voy a encontrar un producto con la calidad de
un artesano.
