Sigo sin poder surfear. Ya voy para casi tres meses sin probar las olas, revolcones en el agua, tubos, salitre, rolos...bufff!!!! que ganas...Ya me encuentro algo mejor, incluso este finde puede que me de un baño, siempre y cuando las condiciones lo permitan. Si no, mientras tanto, no me queda otra que seguir conformándome con ver las olas desde la orilla y sacar fotos a los colegas mientras destrozan las olas.
100% Rober!!!
El pasado finde, después de estar en la playa nos fuimos a este lugar en plena montaña y tan solo a diez minutos del mar. Que buena sensación da pasar de oler el mar, la salitre, ver las gaviotas (o ratas con alas) revolotear por la playa, los delfines, el sonido de las olas romper contra las rocas... a pasar a oler los pinos y eucaliptos, notar la tranquilidad del monte con el sonido del canto de los pájaros, el viento y el agua correr.
Nos costó acceder a este sitio, pero después estuvimos al lado de esta cascada un buen rato escuchándo el sonido del agua al caer y relajándonos hasta que la noche casi se nos echó encima.
Adeus, ríos; adeus, fontes;
adeus, regatos pequenos;
adeus, vista dos meus ollos;
non sei cándo nos veremos.
Miña terra, miña terra,
terra onde me eu criei,
hortiñas que quero tanto,
figueiriñas que plantei,
prados, ríos, arboredas,
piñeirais que move o vento,
paxariños piadores,
casiña do meu contento,
muíño das castiñeiras,
noites claras de luar,
campaíñas timbradoras
da igrexiña do lugar,
amoriñas das silveiras
que lle daba ó amor meu,
camiñiños entre o millo,
adeus, para sempre adeus!
¡Adeus, gloria!¡Adeus contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que coñezo
por un mundo que non vim!
Rosalía de Castro.
