miércoles, 7 de marzo de 2018

Como en un cuento de hadas

Justo antes de entrar en una de las plazas más bellas del mundo, me encuentro al fondo la Iglesia de Nuestra Señora de Týn y a mi izquierda el famoso Reloj Astronómico a punto de dar las doce de la noche, aunque su función no era dar la hora, sino representar las órbitas del Sol y la Luna, y su principal atractivo es el desfile de los doce apóstoles que se produce cada vez que el reloj marca las horas. Además de los apóstoles encontramos cuatro figuras adicionales: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte, un esqueleto que tirando de la cuerda marca el inicio del desfile.
Sigo caminando por el suelo adoquinado para llegar a una plaza llena de fantasía, un lugar que enamora a primera vista y en el que te sientes como si bebieses de un frasco con el agua de la vida, te envuelves en un halo de misterio y magia, un ingrediente especial que te hace despertar todo el potencial imaginario.

R E P Ú B L I C A  C H E C A
©joseamorandeira

Entrada a la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga

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