Dado que apenas había
olas, decidí ir a la playa de tranqui y después ir a ver las
carrilanas de Esteiro, y la verdad es que merece la pena ir a verlas.
A las 19:00 empezaron a
bajar, primero las junior. A las 19:30 las lentas y a las 20:00 las
que todo el mundo estaba esperando, las rápidas, la carrera de
carrilanas. Fue una pena dado que cuando empezon las rápidas, pasó
una a toda velocidad y el resto de carrilanas no venían. Pasaban los
minutos y seguían sin aparecer, hasta que vemos pasar hacia arriba
las ambulancias y el coche que indicaba que hubo un accidente en el
que se la comieron todas juntas.
La verdad, es que para
bajar por esas pistas a toda leche y con esos vehículos hay que
tenerlos bien puestos, adrenalina a tope.
Para el año que viene
espero repetir.
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